El uribismo ya avanza en la carrera por la Presidencia de Colombia

El Centro Democrático, el partido fundado y liderado por el expresidente Álvaro Uribe, se ha sumergido en los preparativos para las elecciones de 2026. “Falta muy poco. Debemos prepararnos para ganar”, afirmó el exmandatario el domingo. Al mismo tiempo, el senador Miguel Uribe Turbay relanzó su precandidatura con un amplio despliegue de recursos: un video en el lugar donde su madre fue asesinada en 1991, el anuncio de la contratación de estrategas internacionales, una rueda de prensa y un nuevo logotipo celeste que proclama que con él “vuelve la seguridad”. Junto a él, otros cuatro aspirantes están negociando un mecanismo para seleccionar al candidato oficial y planean una serie de foros para darse a conocer en todo el país. Con este escenario, Uribe Turbay y María Fernanda Cabal emergen como favoritos dentro de la derecha.

El adelanto del calendario electoral tiene varias explicaciones. Carlos Suárez, consultor de la firma Estrategia y Poder, indica que el presidente Gustavo Petro fue quien inició el debate hace un año al afirmar que el progresismo necesitaba cuatro años más y que la verdadera contienda se daría en 2026. “Tiró el anzuelo y los de la llamada derecha fueron los primeros en picar”, subraya. Los senadores Uribe Turbay, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra comenzaron a manifestar sus intenciones de postularse para la presidencia, uniéndose a Cabal, quien había anticipado su candidatura a principios de 2023. Todos estos aspirantes se encuentran bajo la influencia del expresidente y pueden aprovechar la prolongada campaña para aumentar su visibilidad y respaldo. Dada la situación actual de problemas judiciales y bajos niveles de aprobación de Uribe, es probable que el uribismo busque alianzas con otras fuerzas de oposición tras definir a su candidato.

La carrera entre los uribistas no se centra en un gran debate ideológico; todos los precandidatos defienden el legado de Uribe, enfatizando posturas de mano dura contra los grupos armados y el respeto a la propiedad privada. Según el estratega Camilo Rojas, están “encerrados en su propio discurso de seguridad”, lo que les limita a atraer votantes más moderados. Las diferencias entre ellos radican más en sus estilos y personalidades. Cabal representa a la ultraderecha, con un estilo provocador similar al de Javier Milei en Argentina o Nayib Bukele en El Salvador, mientras que los demás se muestran algo más moderados. Uribe Turbay y Valencia provienen de familias prominentes, nietos de exmandatarios, mientras que Holguín y Guerra son fuertes en Antioquia, la región donde Uribe cimentó su carrera política.

Los sondeos en esta fase inicial son difíciles de interpretar, ya que reflejan más la familiaridad de los votantes con cada candidato que su viabilidad electoral. En una reciente encuesta de Guarumo, Cabal obtuvo un 6,4% de intención de voto, mientras que Valencia y Uribe Turbay registraron un 1,4% y un 1,3%, respectivamente; Holguín y Guerra no aparecieron en la encuesta. Esto coincide con la mayor notoriedad de Cabal: según la encuesta de Invamer de este mes, solo el 38% del país no sabe quién es, en comparación con el 50% para Uribe Turbay y el 54% para Valencia. Sin embargo, la senadora tiene una imagen negativa considerable, ya que el 38% de los encuestados expresó una opinión desfavorable sobre ella, frente al 27% para Valencia y el 29% para Uribe Turbay.

Basada en la noticia de elpais.com

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